Este es un blog dedicado a mis alumnos del Instituto Cañada de la Encina...

lunes, 24 de septiembre de 2007

ESCULTURA EGIPCIA

ESCULTURA EGIPCIA: Características generales. Evaluación.

Muchas de las esculturas egipcias han sido encontradas en las tumbas, tienen por lo tanto un carácter funerario. Los egipcios creían que la conservación del cuerpo no era suficiente. Si también se perennizaba la apariencia del faraón éste seguiría existiendo para siempre. Por ello se ordenó a los escultores que labraran su imagen en piedra y lo colocaran en la pirámide donde el alma reviviría debido a la imagen. Al escultor, que normalmente era anónimo, se le denominaba “el que mantiene vivo”.

Las esculturas egipcias tenían características similares a lo largo de toda su historia, sin grandes cambios son el precedente de la escultura griega.

Eran esculturas individuales o de grupos de dioses o faraones en los que primaba la idealización del personaje y las formas geométricas, el hieratismo y la frontalidad de los personajes, siempre gente importante de la corte del faraón o algún funcionario real, indica una escultura estática, sin movimiento.

El cuerpo respondía a un canon simétrico y proporcionado en todas sus partes, los ojos almendrados y la cara inexpresiva, las articulaciones rígidas y un único punto de vista nos sugieren que lo que se pretendía no era una reproducción naturalista sino un soporte idealizado para el mantenimiento del alma del difunto, su Ka. El frontalismo se refuerza con la posición de los brazos pegados al torso, la barba ceremonial o el cabello son geométricos y normalmente la escultura permanece con los dos pies juntos en posición estática. Son el precedente de los Kourós y Korai griegos, primeras esculturas de la etapa antigua de Grecia, directamente inspiradas en el arte egipcio.

Los elementos simbólicos de los faraones aparecen en su mayor parte en la cabeza, bien, llevan la corona del alto o bajo Egipto o bien las dos juntas, símbolo de que el faraón es uno de los que unió el alto y bajo Egipto, caso de Menes. Las diosas llevarían sus correspondientes símbolos encima de la cabeza, es el caso de Ator, conocida por sus cuernos de vaca entre un disco solar. Algunos faraones se hicieron retratar con su nemes, especie de cofia faraónica a rayas con las que solían salir en ceremonias religiosas, es el caso de Tutankamon.

Otra de las características de la cultura egipcia fue que algunos dioses eran zoomorfos y adoptaban la cabeza de un animal, en el caso de Thot, el escriba del juicio final era un pájaro, Anubis, el encargado de pesar el alma del difunto era un chacal etc.

Atendiendo a la evolución de la escultura podemos hablar de una diferencia entre cada uno de los períodos de la historia egipcia.

En las primeras dinastías del Imperio Antiguo, sobre el 3000 a.c momento en que se crean las grandes pirámides del conjunto de Gizeh, se alterna el trabajo de la pequeña estatuilla de marfil con el coloso de piedra. Los faraones como Keops, Kefrén y Micerinos encargan la mayor parte de las obras. Son importantes únicamente los rostros, por lo que los cuerpos de los faraones se hacían en serie, solo el rostro se considera la personificación del difunto. En esta etapa realista hay dos esculturas importantes, “El escriba sentado” y “ Chéik-el-Beled” . El escriba está sentado y diseñado con un criterio geométrico. Es un escriba del faraón que nos indica una sociedad jerarquizada y burocratizada. Otras esculturas de este período son más solemnes y hieráticas también más idealizadas que las anteriores mostrando la divinidad del faraón, son el grupo de Micerinos y la estatua de Kefrén.

En el Imperio Medio la capital se marcha a Tebas y se vuelve a unificar el país. El arte evoluciona a formas y expresiones algo más realistas, no se idealiza tanto el faraón y se muestran signos del paso de los años en progresivas esculturas, es el caso de Sesostris III.

Más tarde se vuelve al academicismo y la frialdad pero será en el Imperio Nuevo, la XVIII dinastía cuando Amenofis IV, cambia la divinidad suprema por Atón, el dios solar y se hace llamar Akenatón, estamos en el año 1500 a.c, el faraón se aproxima al pueblo y deja de ser un personaje divinizado e idealizado y se muestra en relieves en los que el hieratismo de la escena divinizada pasa a ser una escena en movimiento de un momento concreto en la vida del faraón, de esta época son las esculturas de Nefertiti, su esposa, de una dulzura extremadamente realista, en las escenas familiares Amenofis IV juega con sus hijos y se muestra dulce con su esposa, se perciben un vientre hinchado y unas facciones realistas que mucho tienen que ver con la reforma religiosa que lleva a cabo.

En la época de Ramsés se vuelve al colosalismo y hieratismo como son las esculturas del faraón en la fachada del templo de Abu-Simbel, también responde en este caso al afán imperialista de los faraones en su último período.

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