ESCULTURA GRIEGA: PERÍODOS ARCAICO, CLÁSICO Y HELENÍSTICO.
Grecia, situada en la península del Peloponeso, bañada por las costas del Mar Jónico y Egeo, es el lugar en el que el arte despierta y se convierte en la base artística de nuestra cultura actual.
En Grecia se inicia la filosofía, el teatro, la historia, la literatura etc. años más tarde la corriente que surgirá en Italia llamada humanismo y que tendrá en el renacimiento su mayor exponente artístico será una recopilación de la cultura griega clásica, de ahí el nombre de re-nascere (volver a nacer).
El centro de la cultura griega es el hombre, tienen una cultura antropocentrista, es por esta razón por la que la mayor parte de la obra artística que nos ha sido legada por los romanos son esculturas de jóvenes atletas de los juegos olímpicos.
Su sistema político es aristocrático o demócrata según las zonas y se organizan según ciudades-estado en polis.
El arte griego se puede clasificar en tres períodos, arcaico S.VIII a.c – S.V a.c, clásico S. V a.c – S. IV a.c, y helenístico del S. IV a.c al I a.c.
Las características generales de la escultura griega van evolucionando en cada uno de estos períodos artísticos. Todas las obras escultóricas griegas las conocemos por sus copias romanas, los griegos las hicieron de bronce y los romanos maravillados por sus obras las copiaron en mármol para la posteridad.
El mayor influjo de la estatuaria griega es el arte egipcio aunque evoluciona en pocos siglos hasta llegar a la culminación del arte clásico del helenismo.
Los griegos persiguen en sus creaciones la belleza en su estado puro, idealizan cada uno de los miembros del cuerpo humano para crear al hombre perfecto, se ve en estas esculturas un equilibrio y armonía espiritual.
Sin embargo habrá que explicar el concepto de belleza para los griegos, éste era la correcta proporción entre las partes y el todo, para ello Polícleto crea un canon en el que el cuerpo debía contener siete veces la cabeza de la escultura.
Una segunda preocupación para los griegos es la consecución de la expresión en los rostros, veremos la diferencia entre los Kourós de la etapa clásica y los rostros del helenismo en los que se percibe el ‘pathos’ o sentimiento griego.
Otra de las características es el movimiento, en algunas ocasiones creado para adaptarse al marco de los frontones y posteriormente como método o técnica para alcanzar la realidad o el instante. También se preocupan por alcanzar el volumen, lo que les distancia de los egipcios.
Pasaremos a analizar por períodos la historia de la escultura griega:
En el Período Arcaico S.VIII a.c – S.V a.c:
Las primeras figuras realizadas posiblemente como ex – votos fueron una serie de esculturas denominadas Kouroi y Korai, los Kouroi eran hombres desnudos y las Korai mujeres vestidas con el peplo, frecuentemente sacerdotisas. Son las esculturas que mejor mantienen la impronta de Egipto, son cuerpos de frente, su ley es la frontalidad, el hieratismo en las facciones de la cara disimulado por una sonrisa arcaica, los brazos en paralelo a las caderas y el pelo creado de forma geométrica.
El cuerpo es simétrico y en algunos casos avanza una pierna como si estuviera dando un paso hacia delante. Sin embargo ya en el año 500 a.c el escultor Critias crea el efecto llamado contraposto, en el que un pie avanza con respecto al otro, a su vez consigue tratar el cuerpo de forma más realista, la carne deja ver los huesos y músculos internos. La misma evolución se percibe en las Korai como la Dama de Auxerre que se muestra con un tratamiento geométrico del vestido, manos exageradas para su tamaño y frontalidad y hieratismo característico de las primeras esculturas, sin embargo en la Hera de Samos ya se percibe un hombro por debajo del peplo.
La transición al estilo clásico se realiza en torno al 500 a.c, los frontones de Egina y Olimpia son ejemplos representativos en los que se percibe el movimiento, el realismo de las batallas sirven para darnos cuenta de los pasos técnicos anteriores al clasicismo.
El Auriga de Delfos y el trono Ludovisi son ejemplos del avance en la consecución de unos pliegues más realistas que sugieren la anatomía de la figura.
La etapa de la escultura clásica va del S.V a.c al S. IV a.c:
Es el máximo exponente de la escultura griega, los escultores alcanzan su máxima expresión del movimiento. La perfección de sus obras es el legado que nos queda de esa gran cultura y en el que los artistas de todo el Occidente europeo se basan a lo largo de la historia hasta nuestros días. En el S.IVa.c los escultores se centran en los rostros para dotarlos de mayor expresividad.
Los maestros del S.Va.c son Mirón, Fidias y Polícleto, los del IV a.c Scopas, Praxíteles y Lisipo. A partir del S.IV a.c en el Helenismo, se desconocen los grandes artistas aunque sí se conservan las obras según los talleres que se dan en las tierras que rodean el Egeo.
La obra más representativa de Mirón es el ‘ Discóbolo’ donde se capta el movimiento del atleta justo antes de lanzar el disco, una postura que es sin duda una gran consecución para la época.
El escultor Fidias es el máximo representante del clasicismo, combinan armonía y equilibrio, serenidad… Obras suyas son la Atenea ( estatua crisoelefantina que no se conserva), el Zeus de Olimpia y los relieves del Partenón, de los que destaca la procesión de las Panateneas, las luchas entre centauros y lapitas en las metopas o la lucha entre Atenea y Poseidón es uno de los frontones del templo.
Polícleto es uno de los escultores que pasan a la posteridad por su canon, ejemplo de él es el ‘ Doríforo’ que se tomará como modelo para el retrato de Augusto Prima Porta en Roma y el David en el Renacimiento. El ‘ Diadumenos’, atleta que se ata una diadema antes de empezar los juegos es la expresión de la fuerza unida al equilibrio y la belleza.
En el S.IV a.c Lisipo crea el ‘Apoxiomeno’ con un canon más esbelto que el de Polícleto, se pierde el equilibrio del siglo anterior para pasar al realismo con un escorzo de su mano derecha a la vez que una pierna descansa y la otra mantiene el peso del cuerpo.
Scopas es el maestro de las ‘ Ménades’, esculturas de mujeres que se contorsionan y que nos han llegado mutiladas.
Praxíteles es el creador de un estilo personal, en su serie de ‘Apolos’ se muestran figuras algo afeminadas en las que introduce la curva praxiteliana que forma una S en el cuerpo de la escultura.
El período del Helenismo se caracteriza por la crisis de las polis, las ciudades-estado pasan a ser monarquías del Imperio Macedónico gobernado por Alejandro Magno.
Para mostrar la grandeza de su imperio que lindaba con la India se crean obras al servicio de este gran poder para ensalzarlo. Hay grandes conjuntos monumentales como el ‘Altar de Pérgamo’ o el ‘ Coloso de Rodas’. En cuanto a la escultura se inicia un período de realismo, cuerpos retorcidos, dramatismo en los rostros, cambian los temas y se introducen niños, ancianos…
Una de las esculturas más importantes es el ‘Laoconte’ con un dinamismo extremo, momento en que el sacerdote y sus hijos son mordidos por una serpiente debido a la ira de los dioses sobre Laoconte.
De Atenas como centro artístico se pasa a Rodas, Pérgamo, Alejandría, centros artísticos de grandes escuelas que hacen que los estilos se diversifiquen. En la ‘Venus de Milo’ se vuelve al clasicismo más puro y en la ‘Victoria de Samotracia’ se percibe el abarrocamiento de la escultura clásica en cuanto a pliegues y formas.
lunes, 15 de octubre de 2007
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